lunes, 9 de diciembre de 2024

BUSCANDO A RUBÉN M. CAMPOS. SEGUNDO LUNES DE DICIEMBRE

Soy como el pájaro en jaula preso y hundido en tu amor y aunque la jaula sea de oro no deja de ser prisión... 

No soy experto en arquitectura presidiaria pero mientras pienso en la tantas veces leída "confrontación" entre lo escrito y diría yo, la ya mal llamada "oralidad" me pregunto ¿Porqué las celdas tienen barrotes en disposición vertical y no horizontal?

Entre las respuestas ofrecidas por la red y sus recursos encuentro que la disposición vertical le brindaría mayor estabilidad estructural a la construcción de las celdas y que también, asunto interesante, la horizontalidad podría provocar ideas de libertad precisamente por evocar imágenes de "horizonte", además de que una disposición horizontal de barrotes podrían utilizarse ¿de escalera?..

Juegos metafóricos aparte sigo pensando en las cinco líneas de un pentagrama mientras me dispongo a buscar la música escrita por un señor llamado Rubén M. Campos allá por los años 1930 y tantos en uno de sus libros llamado "El folklore y la música mexicana" cuyo subtítulo anuncia "100 sones, jarabes y canciones del folklore musical mexicano, cuyas melodías están intactas". 

¿Por dónde empezar la búsqueda? Recordaba que algunas obras de Campos se encuentran en la biblioteca de la Facultad de Música de la UNAM aunque para mi sorpresa la que me dispongo a revisar no está ahí pero sí se encuentran copias en el IIE, IIF y en la Biblioteca Central. Quizá es un buen pretexto para dar una paseada por "las islas".

 ¿Habrá sones jarochos encerrados en dicho libro de Rubén M. Campos? si es así será momento de "liberarlos".  



martes, 23 de mayo de 2023

Para empezar a cantar

 La primera vez que escuché un son jarocho fue en una décima sobre el descubrimiento de América. Una mañana cualquiera cuando era niño, no sabía entonces que era "eso" que había escuchado y mucho menos que años, años después me vería en el afán de aprender a interpretar esa música. Bien dicen que es una música que "no tiene fin" en la que "nunca se deja de aprender". 

Dejo pues, aquí, testimonio de mis andares por preguntar y tratar de entender eso que para mí es maravilla y que le han llamado "Son jarocho".